No
hace mucho, una madre; que su hija llegó a una total desesperación,
debido a las adversidades que continuamente soportaba.
Quiso ayudarle con un ejemplo y le dijo:
-Hija,
vamos a poner tres recipientes con agua, al fuego, hasta que hiervan.
Cuando
comenzaron a hervir, echó en uno de ellos patatas, en otro huevos y
en el último granos de café. Los dejó cocer un buen rato y le
comentó:
-Ves
las patatas, pues toca; ves el huevo, pártelo; ves el café,
pruébalo.
Y
la hija sorprendida, se dio cuenta de que las patatas eran duras y
pasaron a ser tiernas; el huevo que era frágil, paso a ser duro; y
el café seguía igual, pero había cambiado el color y el sabor del
agua, además del ambiente con su aroma. Intrigada por lo que hacia
su madre, preguntó:
-¿Qué
quiere decir todo esto? Madre.
Y
la madre respondió:
-Que
la vida es como el agua hirviendo, ¿tú que quieres ser con las
adversidades? Dura y después blanda; frágil y luego dura; o quieres
aprender de la adversidad y cambiar el mundo.
Moraleja:
enseña más la adversidad, que diez años de universidad.
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